La adolescencia es una etapa complicada tanto para los padres como para los hijos. Estos últimos inician su transición a la vida adulta y reclaman más autonomía y derechos. Los padres por su parte han de adaptarse a esta transición que, muchas veces, puede resultar complicada debido a malentendidos, a falta de información y a los numerosos cambios que el adolescente enfrenta, entre otras muchas cosas. La herramienta más eficaz que tenemos para solventar todas las dificultades que podamos tener con nuestro hijo adolescente es la comunicación, esta ha de ser eficaz y comprensiva.
Aquí dejo unos tips que pueden ayudar a mejorar la comunicación con tu hijo adolescente:
1. Escúchale
A todos nos gusta sentirnos escuchados y comprendidos, a tu hijo también. Si tu hijo percibe faltas de atención por tu parte cuando se dispone a contarte como ha ido su día o quienes son sus amigos, puede que deje de hacerlo y puede que hasta incluso se sienta ofendido cuando tú le preguntes, ya que habrá percibido falta de interés cuando él te contaba algo. Es importante que sepa que tienes interés en escuchar su día.
2. Evita ponerle etiquetas
La manera de recriminar a tu hijo/a importa, frases como: eres un/a irresponsable, eres un/a caprichoso/a, eres un/a contestón/a, Siempre estás igual, menuda actitud tienes” son muy acusativas y podría hacer que tu hijo adopte una actitud desafiante contra ti. Es mejor que te refieras a la conducta concreta que no te haya gustado “No me gusta que me hables de esa manera”, en lugar de ponerle la etiqueta de que “él es así”, de esta manera le das la opción a modificar su conducta la próxima vez y evitas que se genere un sentimiento de culpa por “él ser así”.
3. Explícale por qué haces lo que haces
Frases como, “porque soy tu padre y punto” o “porque lo digo yo” solo hace que se incremente la rabia y frustración del joven, aunque el adolescente no esté de acuerdo siempre es importante explicarle por qué le haces una demanda, por qué pierde un privilegio o por qué le pones un límite.
4. No ridiculices sus opiniones o puntos de vista
Por muy disparatadas que nos puedan parecer sus opiniones sobre determinados temas, es importante conocer porque opina así y entender cuál es su punto de vista. Si tendemos a ridiculizar las opiniones con las que no estamos de acuerdo, es probable que nuestro hijo/a se sienta ofendido y deje de comunicarse con nosotros.
5. No respondas agresivamente o con alta activación ante amenazas, faltas de respeto o frases dañinas.
Muchas veces nuestro hijo puede utilizar frases que nos duelen o responder con faltas de respeto ante nuestras demandas, si esto ocurre obviamente hay que córtalo (véase punto 7). Responder con más agresividad o imponiendo castigos severos, aunque puedan parecer efectivos al principio, no suelen serlo a largo plazo, ya que nos distanciará emocionalmente de nuestro hijo/a y puede implicar más actitudes agresivas y desafiantes por su parte. Tu eres uno de sus modelos de referencia en cómo gestionar sus emociones, si percibe ira y hostilidad por tu parte, es probable que acabe reproduciendo esas emociones contra ti y contra otros.
6. Reconoce lo que hace bien y díselo
Comentarios del tipo “es tu responsabilidad”, “es lo que tienes que hacer” cuando tu hijo saca una buena nota o hace algo bien, no solo no son bien recibidas, sino que fomentan la autoexigencia y la autocrítica, puede ocurrir que ellos mismos no aprendan a reforzar sus logros en la edad adulta, y esto podría representar una seria amenaza a su autoestima.
7. Hazle responsable de sus acciones y decisiones
Cuando pierde un privilegio por su conducta es importante explicarle porque lo ha perdido y darle opciones para recuperarlo. De esta manera, depositamos en él la responsabilidad de volver a tenerlo. Es importante que las opciones para recuperarlo sean justas, alcanzables y esten establecidas a corto plazo para que esto sea efectivo.
8. Fomenta su autonomía
El adolescente va conformando su personalidad y poco a poco comienza a iniciar su transición a la vida adulta, cada vez va reclamando más independencia y autonomía, esto puede suponer una fuente de conflictos con los padres (horas de llegada, compañías, actividades…etc). Por eso, es importante que le ayudes en este punto y que no le limites, pudiendo llegar a un acuerdo con él. Muchas veces son nuestros propios miedos los que le limitan, debemos ser consciente de esto y trabajarlo, no es justo que nuestro hijo sufra las consecuencias de nuestras inseguridades. Además, debemos darle la oportunidad de que nos demuestre que podemos confiar en él.
9. No te victimices o le hagas responsable de tu sufrimiento y malestar
Si nuestro hijo hace algo que nos duele es importante hacérselo saber, sin embargo, culparle excesivamente de sus acciones o dramatizar situaciones para hacer que se sienta mal, solo generará en él un elevado sentimiento de culpa que le dificultará su adaptación a la vida adulta.
10. Eres humano, muchas veces te enfadará y frustrará.
En esos momentos es importante que tomes tiempo para ti, para gestionar tu emoción, para calmarte y pensar en la mejor alternativa. Utilizar frases como “me estoy enfadando mucho contigo y ahora mismo no quiero hablar, hablaremos sobre esto más tarde” pueden ser una buena opción que nos ayude a gestionar nuestra emoción primero antes de tomar cualquier decisión en caliente.
Si la comunicación esta muy dañada y no sabes como entenderte con tu hijo/a adolescentes en Trianglepsicólogos Majadahonda podemos ayudarte.
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